Las vueltas que da la vida

Al parecer atrapé a una sirena...

Adivinen cuál de las locas de arriba fue la que me gané. Por favor, noten el bronceado taxista.

Sí, acertaron, esa fue la que me gané. Aunque en la foto no es que yo tenga cara de emoción, más bien la expresión era de: "Hmmm... está bien, tómenme la foto con André"

Si mal no recuerdo, estas fotos las tomamos en el año 1998, cuando cursábamos 11 grado, fue una comparsa que armamos para Halloween en el colegio. Quién lo hubiera creido, el Mico y la Félix (esos eran nuestros apodos, porque todos, y hago énfasis en todos, teníamos apodos) cuadrados -bueno, 9 años después (u 8 años, el año pasado fue cuando pasó).

Las fotos son para su entretenimiento personal... y claro, también para el mio. Ahora, habrá que esperar a ver con qué nos sale la sirena que pesqué.

¿Estás indignada?

Ayer me preguntaron que si estaba indignada, al principio me dio risa y no contesté nada, me dijo que lo pensara y que luego hablábamos, esas son las nuevas tareas psicológicas que me deja mi nuevo doctor (para que se den cuenta que la homeopatía no son sólo gotitas de Lycopodium a las 10am).

Bueno, hice la tarea, ya lo he pensado y sí, me siento indignada, estoy indignada con mis papás.

Me molestó muchísimo la manera como, hace ya varias semanas, ellos se metieron en mi vida personal y me juzgaron sin saber nada de nada, ellos siempre asumen la mitad de las cosas y la otra mitad se la inventan, pueden sacar conclusiones tan erróneas en tantas ocasiones, aunque, algunas otras son muy acertados y me llegan a impresionar muchísimo, me hacen sentir que tal vez sí saben quién soy.

El caso es que ya no estoy para aguantar ese tipo de cosas, me siento ahogada, observada, controlada, tengo 26 años y todavía escucho: "Laura Liliana, mañana tiene que madrugar así que no se trasnoche", es ridículo, y se supone que lo tengo que aguantar, ¿a cuenta de qué?, yo vivo en su casa simplemente porque no tengo alternativa, nunca la he tenido, desde el principio ellos fueron los que tomaron la decisión de tenerme acá, pedir respeto por mi propio espacio, por tener algo de privacidad no es ser una malagradecida, ni una malcriada, nada de eso, es lo mínimo que me pueden dar, que les puedo exigir.

Simplemente siento que la labor de educarme ha terminado, de hecho, hace rato que esa fase concluyó, ya soy lo que soy, cambiar es algo complicado -aunque estoy segura que no soy una mala persona-, cualquier cambio que tenga que hacer solamente yo lo puedo hacer, sólo yo puedo encontrar las respuestas para ser feliz, por eso me indigna que me juzguen sin saber lo que pasa o lo que siento.

Lo cierto es que eso era lo que necesitaba para empezar a buscar lo que haré el año entrante, sea como sea, ya no podré vivir con ellos, sobre todo porque mi mamá se jubila el año que viene y estoy más que segura que 24 horas con ella sería muy peligroso, ¿se imaginan lo que sería tener vigilancia policíaca 24/7? Yo sí, y me dan escalofríos.

Catch ya!

It looks that somebody else really knows how to enjoy my bed while I'm not around.

A veces son muchas veces

A veces siento que voy muy despacio, que el tiempo me deja atrás, rezagada, y que no puedo hacer nada para evitarlo. A veces siento que estoy al borde de un gran abismo y que apenas logro sostenerme para no caer y perderme nuevamente en su oscuridad. A veces siento que como caracol avanzo por la vida, que veo a través de largos tubos sin poder apreciar las cosas como un todo y que me es imposible ver lo que sucede a mi alrededor. A veces me siento frustrada y no logro hallarme en este mundo que he hecho para mí. A veces quisiera no pensar tanto en posibles nuevas soluciones a problemas que ya no existen, pero que se esconden en mi cabeza como fantasmas. A veces quisiera poder ser más honesta conmigo misma y aceptar que no tengo que demostrarle nada a nadie, que estoy haciendo lo que puedo para ser feliz. A veces, sobre todo si es lunes o miércoles, me siento sola y me abruman los eventos del pasado y los que han de venir. A veces, la simple aparición de un pequeño visitante extraviado en mi habitación, me hace sentir nostálgica y confundida. A veces sólo escribo frases, simplemente con la idea de dejar fragmentos inconclusos como todo lo que pasa por mi mente...

A veces son muchas veces.

Cantando con Placebo

Foto de Capitancharles

Nunca había gritado, cantado y brincado tanto en un concierto, me lo gocé hasta el final y me enloquecí hasta con las canciones que nunca había escuchado, porque debo admitir que sólo hasta el año pasado Placebo empezó a formar parte de mi colección de música, pero, como dicen por ahí, mejor tarde que nunca.

Me fascinó el concierto y Stefan, como un estilizado gigante, daba la impresión de tocar el cielo con su bajo. Qué sollada la que se pegaron con Brian tocando sus guitarras, éste hasta tiró su guitarra al público enardecido. Un espectáculo total.

Sin duda alguna, valió la pena la mojada haciendo la fila (menos mal me llevé el poncho amarillo del laboratorio, me mantuvo calientica y seca aunque me hizo ver como un enorme teletubby), la espichada de la gente para tratar de entrar, la casi pérdida de mis gotas homeopáticas al ser confundidas por pope (creo que me salvé de comprar frascos nuevos por preguntarle -con voz entrecortada- al policía que qué demonios era eso), mi morado de 8x6cm cuadrados (sí, me lo medí porque es realmente espantoso) en mi pierna izquierda y los otros 7 en la derecha.

Invertí bien las sobras del sueldo de diciembre, me pagué la boleta para dos fenomenales conciertos en los que fui realmente feliz, de los que salí con muchos recuerdos y sin una sola foto (por eso me toca robárselas a los que sí lograron entrar la cámara, heh), eso es lo único que lamento... y, bueno, que no cantaron Protect Me From What I Want ni Blind.

En busca de mi nuevo yo

Siguiendo los buenos consejos de la gente, decidí cambiar mi estilo de vida destructivo y pedí una cita con el homeópata. Me cansé de tener que comprar una medicina diferente cada vez que iba a un especialista, en mi mesa de noche ya estaba armando una colección de químicos con el patrocinio del otorrino, dermatólogo y neurólogo.

Ahora, mi vida se reduce a 5 goticas de Hepar 6CH (que no tengo idea qué hará conmigo) a las 6am, 10am, 2pm, 6pm y 10pm, 5 goticas de Lycopodium 0.6 LM (que tampoco sé que me hace) a las 6am y 6pm, y una pastillita chupada (para el jodido acné juvenil que se niega a dejarme vivir tranquila mi adultez) a las 6am, 2pm y 10pm. El problema es que soy muy olvidadiza y ando corriendo desesperada cuando veo que se me ha pasado la hora de tomarlas. ¿Será que alguna de esas gotas es para quitarme el estrés?

Lo cierto es que me dejan un leve aliento a borracho... sólo espero que la gente no vaya a creer que es la misma "medicina especial" que le encontraron en el escritorio a la fallecida viejita que trabajaba en la oficina de mi mamá, ahí todos entendieron cómo era posible que ella andara tan rosadita y sonriente todo el día.

Dieta tradicional

Una de las cosas que jamás podré comer ahora de grande es banano en sopa caliente. Sólo de acordarme de la sensación de morder ese pedazo masacotudo, caliente por fuera y frío por dentro, me revuelve la panza.

Ahhh, las cosas que lo hacen comer a uno las mamás con el objetivo de "nutrir al chino para que crezca sano y fuerte".

El contexto

Definitivamente, el contexto es muy importante para hacer entender claramente lo que se quiere. Últimamente, me he dado cuenta que ciertas cosas que decimos en el laboratorio pueden ser malinterpretadas por personas ajenas a nuestra labor. Cosas como: "Oigan, ¿Sordaria es un Asco?" me hacen soltar una carcajada cuando pienso en la cara que pondría mi mamá si llega a escuchar eso. Por eso, cuando ví ese letrero al llegar a trabajar, no pude evitar reirme y tomarle una foto.

Never happier

If I could tear you from the ceiling,

I know the best have tried,
I'd fill your every breath with meaning,
And find a place we both could hide.

If I could tear you from the ceiling,
I'd freeze us both in time,
Find a brand new way of seeing,
Your eyes forever glued to mine.

Don't go and leave me,
And please don't drive me blind.

Roger Waters en Bogotá

Me gusta mucho la música pero hasta hace poco, y gracias a que he sido muy afortunada de dar con gente que, poco a poco, ha logrado educarme, he podido nombrar a los artistas que más me gustan y, claro, Pink Floyd es uno de mis grupos favoritos, razón por la que estuve el viernes pasado aguantando frío y hambre en el Simón Bolívar con tal de escuchar a Roger Waters y, después de eso, de lo único que me arrepiento es de ser pobre y no haber podido comprar la mejor boleta.

Desde donde estaba fue muy poco lo que vi. Gracias a algunas alzadas pude hacerme una idea de lo que sería estar más cerca y, siendo sincera, también me llenaron de esa verde envidia –de la que envenena y mata el alma– al darme cuenta que era imposible poder gozarme el concierto plenamente por estar rodeada de hombres que medían más de 1.75m -me sentí como una pequeña tachuela ya que ni por que me empinara la situación mejoraba- por eso decidí cerrar mis ojos y dejarme llevar por la música. Shine On You Crazy Diamond me erizó hasta los huesos y, cuando menos me lo esperaba, mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas que logré contener hasta que tocaron Wish You Were Here, ni que las hubiera escuchado directamente del álbum, de hecho, todo el concierto fue así, estoy segura que no seré espectadora de algo mejor.

Obviamente, el marrano no podía faltar y mientras lo veía alejarse, con su “libre al fin” escrito en su panza, en un cielo ya poco nublado –pero que amenazó con lluvia toda la tarde–, pensaba que Pink Floyd no había dejado de existir, que estaba en Colombia, en esa tarima, llenando nuestros oídos con sus viejas canciones y que yo estaba ahí, congelada, trabada y con dolor de cabeza por toda la bareta que se fumaron a mi alrededor, escuchándolo en vivo y en directo.

Lástima no haber podido tomarle una foto a alguno de los dos...

En el día de la mujer...

¡A comer muchos dulces!

De gente loca y con un gran ego

Me encuentro esta foto en el grupo de Score my Portrait y, como las reglas dicen que debo comentar las 5 fotos anteriores a la mia, comento que esa foto no me gusta, sobre todo por el fondo con ladrillos y la silla de metal (no dije nada sobre lo fea que es la señora, claro, tratando de no ser irrespetuosa, pero como que no sirvió igual), y que la sonrisa parece falsa, le dije que no lo tomara personal y le pongo un puntaje de 5/10.

Nunca me hubiera imaginado lo que iba a pasar:

Mensaje privado de Mel (así pone que se llama) que dice:

What's all that about ... ?
Well, Lalah ... none of what you said has anything to do with reality. The chair is not metal, there is no mention of the word 'glee' in the rules or indeed anywhere, and when you are doing a series on 'Windswept' - which is what this portrait belongs to -- you don't get to sit in an upholstered livingroom, or other glam place, you get out on the patio when the wind is gusty. So I think it would be nice if you'd tone down on the challenging stuff and just be sociable ... It sure would feel better from here too!!! - Mel

Quedo yo con cara de sorpresa después de leer esto y me hace sentir mal, pienso que como se tomó mi comentario por otra parte debo contestarle para aclararle que esa no era mi intención y trato de responder alegremente para limar asperezas, escribí lo siguiente:

Sorry, I didn't mean to offend you, what I said was not to take it personally... I just said what I though, that's all, sorry you get me wrong, but the fact that I didn't like your portrait shouldn't bother you, it happens all the time to flickr users. Bye bye and see you around. ;-)

Pero creo que tampoco le gustó mi respuesta porque me contestó con lo siguiente:

Dear Lalah
What you did was apalling, and has had a huge emotional effect on me, and I am shaking all over from the nastiness and insulting behaviour and unfairness of being so treated.
I have been praised for my p;hoto and no one has ever been rude like that before. So how dare you laugh and say bye bye. It is the sort of behaviour that is totally irresponsible, and trivialises another life's purpose for living.
What a terriibel thing to just laugh and say so little to apologise
What do you think you are doing to other people that you can be so fickle and mean, and SAY WHAT YOU THINK?
I suggest you get your thoughts vacummed out and start over with a new you.
The old you is destructive and anti-social in the extreme.
Please get a nice personality, and read how to comment fairly and to be fair in life.
-Mel

No le respondí, sería un desgaste porque no me se la traducción de los adjetivos con los que me gustaría describir su reacción, lástima, tal vez me ayuden ustedes.

La señora borró mis comentarios a su foto y la sacó del grupo donde la encontré inicialmente.

Así que, mi gente querida, me han mandado a cambiar de personalidad, soy un peligro para la sociedad, sólo soy capaz de lastimar a la gente, cuídense de mí, nunca se sabe con qué comentario ponzoñoso les pueda yo salir...

¿¡Cómo pude haber confundido el plástico con metal!?

Los Caballeros vuelven a mí

Dentro de las series de monachitos que me siguen gustando todavía está la de Los Caballeros del Zodiaco. Me acuerdo que del colegio, con mi hermano llegábamos directo a verla y, si sabíamos que llegaríamos tarde a casa, la dejábamos grabando. Me emocionaba muchísimo y era una completa desilusión cuando llegaba el momento en que la serie volvía a empezar desde el puro principio, realmente no era nada justo que cuando ya se había avanzado bastante, por ejemplo, en las batallas contra los Caballeros Dorados, al día siguiente, otra vez nos pusieran a ver el primer capítulo del Torneo Galáctico. Eso no se le hace a un niño, era como rompernos el alma en miles de pedacitos, y no estoy exagerando, me quedaba un hueco en el pecho, en serio. Creo que fue por eso que dejé de estar pendiente de la hora y me olvidé de Shiryu -sí, mi caballero de bronce favorito-, con uno así sí me caso de una. XD

Pero bueno, la vida da muchas vueltas y mi hermano volvió con el cuento de Los Caballeros a la casa, que ahora están peleando contra Hades, me dijo, no le paré muchas bolas, le dije que chévere sólo para que me dejara tranquila, pero una noche, casi obligada, me sentó al lado suyo, enfrente de su computador, para que viera el capítulo 17 de la Saga de Hades, no fue sino ver 5 minutos y ahí estaba yo, otra vez toda emocionada y, claro, cortada porque no teníamos el capítulo 19. Pero bueno, di con este sitio y ahí tienen todos los capítulos, desde mi odiado Torneo Galáctico que, por muy irónico que sea, tendré que ver porque se me ha olvidado todo. Espero que -a los alguna vez- seguidores les traiga tanta felicidad como a mí me ha traido, sobre todo cuando ya ni TV tengo tiempo para ver.