8.20.2010

Antonio del alma mía

Y así como papel en el fuego, parte de mis miedos (aunque debería decir, "gran parte") han desaparecido. Así de fácil. Así de inesperado (apesar de todas las señales que opté por no analizar). Un día cualquiera. Finalmente, alguien se atrevió a arriesgar su vida entera conmigo. ¡Conmigo! Yo todavía no lo puedo creer, y hay quienes le dan a él su sentido pésame (en broma, tal vez... pero yo me pregunto si de verdad él sabe en la que se puede estar metiendo).

8.03.2010

Lentamente

A mi tío abuelo le diagnosticaron cáncer en la garganta hace algo más de un año. Hoy, ya no puede hablar ni comer, y hasta caminar es otra dificultad. La quimioterapia le cerró la garganta.

La navidad pasada lo ví con un tubo en la garganta para facilitarle la respiración, y ahora tiene otro en el estómago para pasarle alimento líquido. No he visto su deterioro en persona (soy afortunada), tan sólo se lo que me cuentan por teléfono o correo electrónico... el último me hizo llorar.

"... Ayer, él se despidió de la abuelita Marujita que fue a verlo. Tilcia me dijo que cuando ella salió del cuarto, él movió su mano en un adiós y se quedó llorando..."

Una despedida antes de la trombosis que le dio esa misma noche.

Mi tío ha sido completamente consciente de lo que le está pasando (después de la trombosis, tal vez ya no, espero que sea mejor para él) y, aún así, ha sido fuerte, no se ha rendido. Pero yo me sigo preguntando, ¿por qué la gente tiene que morir tan lenta y dolorosamente? Todos nos iremos de este mundo (tarde o temprano esa es la única verdad), ojalá yo pudiera decidir cuándo será mi día y cómo me iré...