10.25.2007

Sin agua y sin ganas

No hay peor noticia en la fría mañana, cuando uno ya está despertando para ser consciente de las responsabilidades que lo obligan a salir del acogedor calor de las cobijas, que escuchar a grito herido: "¡Mamáaa, no hay aguaaa!". Inmediatamente sabes que hoy es inevitable, se te va a hacer tarde y por tu cabeza empiezan a desfilar las posibilidades que tienes:

(1) No bañarse: Pero claro, no hay forma de evitar quererse sentir limpio. Por lo menos yo, no puedo iniciar labores sintiéndome sucia y adormilada, es como si me llevara la cama a cuestas todo el día.

(2) Ir a donde la tía: Te ves saliendo en levantadora y pantuflas a sacar el carro, timbrando donde la tía, esperando a que salgan las primas para poder entrar, vistiéndote a mil, volviendo a la casa después de, seguramente, coger todos los semáforos en rojo, saliendo a Transmilenio y llegando una hora tarde al trabajo. No, no es una opción viable. Entonces, recuerdas que también dijeron que caía apenas un chorrito y ahí es cuando piensas en otra posibilidad.

(3) Chorrito helado: Bañarse con ese chorrito de agua helada y que cae casi resbalando sobre la pared de la ducha. "Qué frío, me va a doler la cabeza, el agua helada me da dolor de cabeza", es lo que pienso en seguida y desecho esa posibilidad sin pensarlo dos veces. Así es como a mi cabeza llega la imagen de la olleta chocolatera del desayuno para darle forma a la siguiente posibilidad.

(4) Baño a totumadas: Ir a la cocina, calentar el agua del chorrito (o de la alberca, si la "muchacha" dejó algo de agua en ella) y buscar la "totuma" porque mejor caliente por parches que congelada y de mal genio.

Así es como te vas por la cuarta posibilidad y hasta le ayudas a mamá a exprimir las naranjas para el sagrado jugo de todas las mañanas. Te bañas y el baño es casi un castigo porque casi no alcanza el agua para quitarte todo el champú y el jabón. Pero claro, ese mal comienzo de día no termina ahí, tiene que venir tu papá a decirte, justo cuando ya estás con la toalla en la mano para secarte, que ya llegó el agua. Te ríes, claro, pero después de sentirte muy miserable al ver que tienes las orejas llenas de espuma.

10.19.2007

A mi tampoco me trajo la cigüeña



No me preocupa tanto que sea un niño el que salga a decir toda esa cantidad de barrabasadas, me preocupa ver que el auditorio está lleno de gente eufórica que está completamente de acuerdo con lo que el mocoso grita. Nos llevó el que nos trajo, próximamente escucharemos que la Tierra es plana, que la Tierra es el centro del universo o que la generación espontánea es un hecho. Hasta de pronto lo escuchemos todo al mismo tiempo.


10.12.2007

El celofán se burló de mí

A veces uno cree que las cosas son tan sencillas que en un par de semanas se puede terminar lo que falta por hacer, que vas a salir adelante, con la frente en alto, invicto y con espectaculares resultados (bueno, tampoco) pero, claro, esa misma prepotencia es la que te vuelve un completo imbécil y no ves los pequeños detalles que, en realidad, no son tan pequeños y que, a la mitad del montaje experimental, te obligan a empezar desde el principio, perdiendo todo el esfuerzo y el tiempo que le metiste a dicho experimento, y ni qué decir de todo el dinero (de materiales y reactivos) que se irá a la basura cuando se baje el desecho de esta semana.

Hoy todo se ha ido por el mismísimo caño y yo quedo como si no hubiera hecho nada en la semana que ha pasado. En este momento, me siento como la idiota más grande de esta tierra. Ya he sentido rabia, tristeza y mucha frustración, pero como ya la resignación está conmigo desde hace como 3 horas, no quedó más remedio que volver a pesar los medios de cultivo para las 540 cajas que perdí, cortar los 540 discos -pero del celofán hecho de celulosa que no compré por puro desconocimiento del origen del material- y montar nuevamente las pruebas tan pronto tenga las cajas listas.

Eso es lo que pasa cuando la excesiva confianza se mezcla con ignorancia. El microbiólogo también debe saber de materiales para poder distinguir el celofán hecho a partir de celulosa del de PVC. Realmente me siento muy estúpida. Justo algo así me pasa cuando tiempo es lo que no me sobra para terminar mi tesis. Hoy tengo un motivo para beber.