¡Oh sorpresa la que me esperaba hoy en la incubadora! Yo muy contenta la abrí y empecé a sacar de ella las 132 cajas que terminé de montar el viernes pasado, hoy era la primera lectura y ¿qué es lo que veo?: colonias del endófito por todas partes. ¡Mi pesadilla! Parecía que un maldito duende hubiera restregado su trasero sobre el plug del endófito y hecho de las suyas con el medio de cultivo. Me la cagó el duende, se tiró más de la mitad de mis pruebas, me dejó con apenas 63 (contando las 12 de los controles). ¿Qué tal eso?
*suspiro*
¿De qué carajos estoy hablando? ¡No hay duende! Yo solita me encargué de desperdiciar material, reactivos y tiempo. De nada sirvió tener el cuidado que tuve al sembrar el endófito porque la sellada de las cajas con vinilpel es el paso crítico, el que hace que las mueva como si fueran maracas, maracas que no suenan.
Cómo odio que me pase ésto. Qué frustración.
1 comentario:
A ver Lau! Claro que si hay un duende!!! jajajaja El vinipel no tiene la culpa, la culpa es tuya por no darle la ofrenda respectiva al duende, porque crees que siempre cantaba en la cámara? Pero si te portas bien con el todo te sale bien y no te asusta cuando este sola. :P
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