Los pequeños detalles pueden hacer tanto. Pueden hacerme sentir que no podría ser más feliz, que lo que tengo es lo que siempre había soñado y que nunca pensé fuera a tener. Sin embargo, también me pueden hacer sentir increíblemente frustrada.
He ahí mi dilema, ¿le doy o no importancia a los pequeños detalles?
Cuando me siento como me estoy sintiendo ahora, quisiera no hacerlo. Aunque, por otro lado, se que es la acumulación de esas pequeñas cosas la que también hace que valga la pena seguir adelante con alguien y, hasta el día de hoy, he tenido muchos más buenos momentos que malos. Éso es lo que me dice que no tengo razón para dejar de disfrutar, por ejemplo, un arroz con huevo a las 3 de la mañana (y eso que le tengo un fastidio inexplicable al huevo).
Ahora que lo pienso... espero que mis arranques de frustración no terminen haciendo que sea yo un futuro objeto de fastidio, ya ha pasado y me puede volver a pasar. Conociéndome como que conozco... eso no sería nada raro.
He ahí mi dilema, ¿le doy o no importancia a los pequeños detalles?
Cuando me siento como me estoy sintiendo ahora, quisiera no hacerlo. Aunque, por otro lado, se que es la acumulación de esas pequeñas cosas la que también hace que valga la pena seguir adelante con alguien y, hasta el día de hoy, he tenido muchos más buenos momentos que malos. Éso es lo que me dice que no tengo razón para dejar de disfrutar, por ejemplo, un arroz con huevo a las 3 de la mañana (y eso que le tengo un fastidio inexplicable al huevo).
Ahora que lo pienso... espero que mis arranques de frustración no terminen haciendo que sea yo un futuro objeto de fastidio, ya ha pasado y me puede volver a pasar. Conociéndome como que conozco... eso no sería nada raro.