11.04.2008

Rayones en lugar de apuntes

No sé qué me pasa, tal vez sea eso que la gente dice (bueno sí, más bien eso que yo tanto digo), eso de que los años no vienen solos, pero ahora no puedo evitar dormirme en clase. Empiezo a sentir esa pereza abrazadora, inclusive desde antes de llegar al salón, y a los 15min de haberme sentado, con la mejor disposición para tomar apuntes, ya estoy luchando por mantener mis pesados párpados retraídos.

Nunca me había pasado. De hecho, todavía recuerdo cómo me burlaba de los cuadernos llenos de rayones de una amiga que estudió conmigo Microbiología en los Andes. Ni el murmullo no inteligible ni la letra ilegible de mi profesor de Parasitología de Pregrado logró vencerme. Ahora, es mi profesora de Estadística la que me arrulla y me hace tener sueños en inglés; sueños que son interrumpidos con los esporádicos “any questions?” que ella pronuncia con la esperanza de encontrar algún interesado en el silencioso auditorio. Lo cierto es que siento que se venga con cada tarea que nos deja y sólo es cuando tengo que pasar un día, o hasta dos días enteros, sentada en frente del computador y perdida entre los documentos de clase y el código SAS, que me arrepiento de ser tan mala estudiante.

2 comentarios:

André Cortés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Johis dijo...

Claro me esta trasnochando a la niña!!!!, jejej pobre lalah! gracias a Dios yo aqui ya no veo clases, porque estoy sufriendo del mismo mal en los seminarios jejeejeje! peleando por mantener los ojos abiertos....