Creo que mi quejadera va en aumento progresivo, pero siempre he pensado que quejarse no es sólo un sano ejercicio sino un derecho fundamental, así que nunca me privaré de ejercerlo; no lo hagan ustedes, de hecho, los invito a que lo hagan conmigo.
Así es como hoy yo empiezo a ejercer mi derecho:
*** Inicio de la transmisión ***
Se empezó a bajar la temperatura y ahora esto sí está más frío que Bogotá. Me estoy de verdad arrepintiendo por no haber querido ir con la familia a disfrutar de “la playa” todas esas veces que me invitaron. Creo que ahora empiezo a comprender la desesperación que sentía en ellos por ir al lago, aún cuando tenían que manejar por dos horas para llegar al parque.
Para salir a mi clase de 8am, hoy en día tengo que ponerme saco, chaqueta y bufanda; por lo que no puedo dejar de sorprenderme cuando veo a uno que otro transeúnte en chancla y pantalones cortos… me hacen preguntar quién es el que está viviendo en una realidad alterna. Para colmo, las levantadas a las 6am se están volviendo muy difíciles porque ya no hay luz a esa hora. En cada madrugada se consume una de las débiles y pocas razones que tengo para obligarme a dejar de disfrutar de ese calor y comodidad que la cama me ofrece; placeres que parecen incrementarse exponencialmente cuando la hora de levantarse se aproxima.
Si con la llegada del otoño ya me estoy sintiendo miserable, no me puedo ni imaginar cómo será cuando llegue el invierno.
*** Fin de la transmisión ***
Ejercer mi derecho me ha dejado un poco más aliviada.
Así es como hoy yo empiezo a ejercer mi derecho:
*** Inicio de la transmisión ***
Se empezó a bajar la temperatura y ahora esto sí está más frío que Bogotá. Me estoy de verdad arrepintiendo por no haber querido ir con la familia a disfrutar de “la playa” todas esas veces que me invitaron. Creo que ahora empiezo a comprender la desesperación que sentía en ellos por ir al lago, aún cuando tenían que manejar por dos horas para llegar al parque.
Para salir a mi clase de 8am, hoy en día tengo que ponerme saco, chaqueta y bufanda; por lo que no puedo dejar de sorprenderme cuando veo a uno que otro transeúnte en chancla y pantalones cortos… me hacen preguntar quién es el que está viviendo en una realidad alterna. Para colmo, las levantadas a las 6am se están volviendo muy difíciles porque ya no hay luz a esa hora. En cada madrugada se consume una de las débiles y pocas razones que tengo para obligarme a dejar de disfrutar de ese calor y comodidad que la cama me ofrece; placeres que parecen incrementarse exponencialmente cuando la hora de levantarse se aproxima.
Si con la llegada del otoño ya me estoy sintiendo miserable, no me puedo ni imaginar cómo será cuando llegue el invierno.
*** Fin de la transmisión ***
Ejercer mi derecho me ha dejado un poco más aliviada.
1 comentario:
Aca tambien esta haciendo mucho frio y lo peor, estan cayendo unos aguaceros barbaros, si estuvieras aca tambien te estarias quejando jajajaja
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