6.11.2008

De sueños imposibles

Abro los ojos, cada mañana, medio dormida, medio despierta, mientras las imágenes soñadas desaparecen, poco a poco, como desvaneciéndose con la luz del nuevo día que comienza y con la certeza de que es un día menos en casa pero un día más cerca de esa vida desconocida que me espera.

Trato de recordar lo que sueño, me gusta intentarlo, ¿lo han tratado?, pero es inútil, sólo son fragmentos lo que logro reconstruir. Dicen que, a veces, los sueños son tan reales que es difícil distinguirlos de la realidad. A mi me gusta pensar que hacen parte de una realidad alterna y misteriosa que llega a mi apenas como cortas imágenes que, si soy lo bastante afortunada, logran confundirme. ¿Quién es esa mujer que puede hacer lo que despierta me he atrevido a pensar?

Soy pasional y muchas veces cometo el error de actuar por impulsos sin antes hacer uso de la razón. Soy descarada porque nunca me he arrepentido del todo de las, posiblemente, malas decisiones que he tomado. Soy arriesgada porque no me gusta quedarme con las ganas de haberlo por lo menos intentado… pero me molesta no poder tener control sobre las cosas y tener que pensar en las posibilidades, no quiero seguir haciéndolo, ya es demasiado doloroso.

Abro los ojos y ante mi la puerta me espera a que la cruce.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

señor x te desea lo mejor del mundo en tu doctorado. FELICITACIONES.
Eres una berraca te admiro.

Señor x.

Anónimo dijo...

Dale, dale para adelante.
Tú eres capaz de lograr todo lo que te propones.
No te encierres en el drama de las despedidas
Que tengas buen viaje

Eristarco (Ricardo Garavito) dijo...

Pues quien se equivoca impulsivamente es mucho mejor persona que aquella que se equivoca pensada y frìamente asì que no se preocupe, equivocarse de corazòn no es reprochable en absoluto.