6.23.2008

With or without you

Esa canción siempre me ha gustado, gustado muchísimo, pero nunca me había sentido identificada con la letra porque eso de “no poder vivir contigo o sin tí” no me parecía que tuviera mucho sentido… hasta ahora.

Me estoy dando cuenta que tengo la suerte de encontrarme con hombres que valen mucho la pena pero que, por desgracia, sólo puedo tener por un rato, ratos que se sienten como brisa que refresca mi existencia por maravillosos segundos, o, si tengo más suerte, años enteros. Sin embargo, siempre me quedo con las ganas de más o, peor, sin saber si quiera lo que es amanecer abrazados en una cama deshecha.

You give it all but I want more.

Cómo quisiera pedirle a la vida más tiempo para conocerlo y empezar a ver el mundo a través de sus ojos. Necesito más tiempo para compartirle mi vida y poder construir una juntos, poco a poco, sin afanes y sin esa incertidumbre de no saber si será posible llegar hasta el final del camino.

¿Cómo pedirle a la vida que no me deje otra vez sola entre nubes color rosa y el dulce olor del jazmín?

He’s got me with nothing to win but nothing else to lose.

Me he quedado sin nada que perder porque lo he perdido todo por ir detrás de lo que antes no tenía y es ahora cuando me doy cuenta que no puedo ganar sin perder.

Acá dejo el link al videoclip (deshabilitaron la opción de embedded object) de U2 para que, con los ojos cerrados, nos encontremos en algún lugar en la oscura profundidad de la mente y sus recuerdos.

6.14.2008

Viernes 13

En contra de toda predicción, perdí mi conexión Detroit-Lansing por culpa de Northwest Airlines. Salimos una hora tarde de Fort Lauderdale y, cuando ví que eran las 10:30pm (mi conexión era a las 10:32pm) y todavía no habíamos aterrizado, me empecé a dar cuenta que mi viaje iba a tornarse algo oscuro, mis manos empezaron a sudar más de lo normal y, de hecho, no han parado de hacerlo.

Salí del avión tan rápido como se puede correr con una mochila grandota y una de rueditas que no podía ni alzar, por un estrecho pasillo lleno de más maletas y gente que quiere ser la primera en cruzar la puerta. Al llegar al gate me encontré con una azafata que me regañó y trató como imbécil por hablarle mientras estaba ayudando a un cliente que no vi por andar pensando sólo en mis problemas. Me mandó a buscar el GATE- FOUR-ONE-SLASH-FOUR-THREE, sí, me lo dijo como a una retrasada mental que, además, es sorda, pero bueno, no dejé que eso me afectara, o creí que no me iba a afectar.

Reventé en llanto -sí, lo admito, chillo cuando estoy muy estresada, pero me ayuda a desahogarme, cada cual revienta como puede, supongo- cuando me senté en frente de un teléfono público para tratar de llamar a mi familia para contarles que me tocaba pasar la noche en Detroit y que el siguiente vuelo a Lansing era a las 24 horas.

Northwest no se hizo cargo de los costos del hotel pero dicen que aseguraban darme, como distressed passenger, los precios más bajos. Sesenta y nueve dólares, que resultaron ser casi 80 por los impuestos, y un poco más 20 dólares en llamadas que tocaba hacer desde la habitación fue la primera cuenta que pagué como mujer independiente en este país. Mi recompensa fue una larga ducha con agua caliente y una cama enorme por unas horas de descanso.

La suerte es que tengo familia en Lansing. Al saber que estaba en Detroit sola, salieron disparados en el carro a recogerme, manejaron hora y media hasta el hotel y llegaron sobre las dos de la madrugada a mi habitación. Se quedaron conmigo hasta el amanecer. Salimos a las 7am rumbo Lansing, yo sintiéndome como si me hubiera arrollado un camión, por dentro y por fuera.

Todavía no me recupero, miro por la ventana y parecen las 5:30pm cuando en realidad son casi las 9pm... pero me gusta lo calmado que es Lansing, no hay tráfico ni montones de gente por ahí armando caos, por lo menos ahora se que el estrés vendrá de otras fuentes.

6.11.2008

De sueños imposibles

Abro los ojos, cada mañana, medio dormida, medio despierta, mientras las imágenes soñadas desaparecen, poco a poco, como desvaneciéndose con la luz del nuevo día que comienza y con la certeza de que es un día menos en casa pero un día más cerca de esa vida desconocida que me espera.

Trato de recordar lo que sueño, me gusta intentarlo, ¿lo han tratado?, pero es inútil, sólo son fragmentos lo que logro reconstruir. Dicen que, a veces, los sueños son tan reales que es difícil distinguirlos de la realidad. A mi me gusta pensar que hacen parte de una realidad alterna y misteriosa que llega a mi apenas como cortas imágenes que, si soy lo bastante afortunada, logran confundirme. ¿Quién es esa mujer que puede hacer lo que despierta me he atrevido a pensar?

Soy pasional y muchas veces cometo el error de actuar por impulsos sin antes hacer uso de la razón. Soy descarada porque nunca me he arrepentido del todo de las, posiblemente, malas decisiones que he tomado. Soy arriesgada porque no me gusta quedarme con las ganas de haberlo por lo menos intentado… pero me molesta no poder tener control sobre las cosas y tener que pensar en las posibilidades, no quiero seguir haciéndolo, ya es demasiado doloroso.

Abro los ojos y ante mi la puerta me espera a que la cruce.