Está haciendo mucho frío en esta ciudad y mi refugio (el laboratorio) no es suficiente para mantenerme calientica. A veces sale el sol pero en la sombra el viento helado no da tregua. Siempre he sido friolenta, me erizo hasta con la briza más leve, pero aún así prefiero el frío a ese calor sofocante y húmedo de verano, el dolor de cabeza es el que manda aunque ahora tenga la nariz tan congelada como mis pies. Como que hoy también va a llover y ayer dejé mi sombrilla en la casa de André.
Ya es hora de almorzar pero hoy no me mandaron lonchera, sí, como cuando uno estaba en primaria y llegaba al colegio con banano espichado y botilito con jugo de guayaba. Yo, que tanto quiero independizarme y dejar de ser la hija consentida, llevo almuerzo preparado por la mamá al trabajo. Pero claro, ahí sí no me quejo de ser sobreprotegida, muy conveniente, diría yo.
Tengo hambre y sigo esperando a que los demás estén listos para salir a almorzar...
No tengo nada sobre qué escribir hoy... aunque de eso ya se han dado cuenta, ¿cierto?
Ya es hora de almorzar pero hoy no me mandaron lonchera, sí, como cuando uno estaba en primaria y llegaba al colegio con banano espichado y botilito con jugo de guayaba. Yo, que tanto quiero independizarme y dejar de ser la hija consentida, llevo almuerzo preparado por la mamá al trabajo. Pero claro, ahí sí no me quejo de ser sobreprotegida, muy conveniente, diría yo.
Tengo hambre y sigo esperando a que los demás estén listos para salir a almorzar...
No tengo nada sobre qué escribir hoy... aunque de eso ya se han dado cuenta, ¿cierto?
3 comentarios:
Banano espichado y huevo duro que dejaba la lonchera oliendo lindo. Mi mamá era tan bacana que incluso me hechaba sal en una bolsita pequena para que le hechara al huevo.
Saludos
Aaaah, las madres siempre piensan en todo.
Correcto madre
Publicar un comentario