No hay razón en la pasión

Soy una de tantas mujeres a las que los deportes le tienen sin cuidado. Mi pasión, en definitiva, no está en sentarme por horas a ver partidos, aunque disfruto ver el patinaje sobre hielo cuando, por casualidad, llego a un canal que está transmitiendo alguna competencia mientras busco qué ver. Para mí, la idea de reunirme con los amigos para ver un partido es simplemente otro motivo para estar con mi gente y divertirse sin importar qué pase, de hecho, casi ni volteo a mirar la pantalla pero, eso sí, bulla sí hago, y mucha.

Mi falta de interés por los deportes hace de mí una completa ignorante y, aunque no me importa, tampoco me siento orgullosa porque puedo ser excluida fácilmente de muchas acaloradas discusiones, quedarme ahí con cara de "¿quién carajos será ese?" es muy aburrido. Pero bueno, eso está bien, el tema tampoco es tan intolerable y algo de información actualizada no le va mal a nadie. Lo que me parece realmente estúpido es que la gente "apasionada" (entre comillas porque ser apasionado no implica ser un completo altanero) insulte a los que sin la menor mala intención tapen la pantalla, que se tire la noche porque su equipo perdió el juego, que agarre sus corotos y se largue para la casa porque no puede de la piedra. Eso es realmente patético y me cuesta creer que hay muchos que se pueden amargar la existencia, y posiblemente la de otros, al no saber distinguir lo que realmente importa.

Hay otras cosas en la vida que merecen que uno le de ese tipo de atención, creo yo. Pero igual, ¿quién soy yo para opinar al respecto?, como ya lo dije, yo no se nada de deportes y tampoco se de novelas, ni de reality shows. Esta es simplemente la opinión de alguien que ve las cosas desde afuera, sin meterle corazón y dicen que en temas del corazón, no hay razón que valga.