Hoy me encontré a esta criatura mitológica mientras hacía mi ronda de fitopatóloga por el viñedo. Primero me asusté -le tengo miedo patológico a los insectos, y mi condición empeora con el tiempo, tal vez sea la edad-, pero luego me armé de valor para tomarle unas fotos. Para ser sincera, nunca había visto algo semejante, con esos colores tan brillantes, contrastantes y formas tan definidas, para mí el ojo es alucinante.
7.30.2010
7.26.2010
7.25.2010
Remembranzas
Mi tía me vino a visitar por una semana y se hizo lo posible por dejar el trabajo a un lado para estar con ella. Hacía dos años que yo no la veía y para ella eran 40 desde la última vez que vino a Michigan. Su historia de inmigrante comenzó en este estado, lavando tiestos mugrientos para ahorrar algo de dinero. Así se pudo pagar su curso de inglés en MSU, y muy orgullosa volvió al campus a recorrer sus pasos. Ella es una de tantas personas que vivió el "sueño americano" a punta de sudor y lágrimas.
Pero esta vez ella volvía como turista y la llevé a recolectar arándanos azules, de paseo por el lago Michigan, a jardines, a museos, ¡y hasta a trabajar en viñedos conmigo! Hoy se fue, y me quedé sola con la gata y un montón de fotos que me hacen sonreír.
Pero esta vez ella volvía como turista y la llevé a recolectar arándanos azules, de paseo por el lago Michigan, a jardines, a museos, ¡y hasta a trabajar en viñedos conmigo! Hoy se fue, y me quedé sola con la gata y un montón de fotos que me hacen sonreír.
7.13.2010
La terapia de reir
No me había dado cuenta de lo poco que me rio, y ahora, después de dos días seguidos de idas a cine a ver películas de monachitos, me siento renovada, como energizada. Reir hasta que el estómago me duele, reir hasta ahogarme en ataque de tos, reir hasta que el aliento me alcance. Reir de esa manera me encanta, sin inhibiciones.
7.05.2010
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